13/3/09

Cuida lo definitivo

Dicen que la última evolución de una especie es cuando se especializa en una sola forma de alimentación, cuando finalmente una especie se ata a una sola fuente de alimento, es en ese momento en que corre peligro de extinción, pués se pierde el poder de adaptabilidad...

¿Qué pasa con el ser humano? quizá el mamífero más adaptable, capaz de someter a la naturaleza a su antojo, ¿de qué depende? ¿a qué se ata? ¿cual es su evolución?

Algunos piensan que la dependencia a la tecnología será el fin, otros que no, que la humanidad saldrá de nuevo adelante si algún día nos quedamos sin nuestra preciosa tecnología.

Pero hay algo más, hay algo que también nos atrapa, que nos moldea, que nos hace salir al frente, que nos hace derrotar las cada oposición. Es algo intangible, algo que está ahí, algo que todos tenemos la capacidad de tener, pero que muchos deciden desoir ¿la razón? la aparente vulnarebilidad que nos dá. Hablo del amor, un sentimiento rico, variable, adaptable... hay muchas formas de amor, muchas formas de sentirlo, muchas formas de demostrarlo, de darlo, de compartirlo...

Pero hay una en su forma más pura, en su forma más definitiva, una que puede tocarnos una sola vez en la vida o bien no hacerlo nunca, una que graba su impronta a fuego en el corazón de quién es tocado por este amor de trueno.

Cuando llega primero hay que reconocerlo, no es difícil, entra en tu vida y apaga tu raciosinio lo hace un segundo, porque no se puede hacer otra cosa que oir el latir de tu propio corazón que no late sino que truena, ya que es el corazón el que lo reconoce, luego viene el aviso del estómago: se llena de mariposas casi literalmente, y, finalmente, tiemblan las rodillas... ya está ya vas a sonreir cuando pienses en ese amor, volverás a pensar, pero en función de este nuevo sentimiento, ya no se piensa en uno, sino en dos, todo se vuelve plural. Hay algo más, algo en lo que se dejó de creer, algo que ya no pensamos que existía y lo redescubrimos... hay magia... si como suena, hay magia...

Pero hay que tener cuidado, porque este amor hay que alimentarlo, hay que cuidarlo, regarlo pero no ahogarlo, porque si no lo hacemos, podemos perderlo todo...

Perderlo no es una opción, porque ya sólo sabemos amar de una manera, ya no sentiremos lo mismo nunca más, la magia nos ha tocado, y saber que existe es temer perderla, porque ya no se puede vivir sin magia, no se puede salir adelante dejando esa felicidad atrás...

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